Las prótesis de mamas para la mamoplastia tienen como objetivo aumentar el volumen de los pechos pequeños y no proporcionados con el resto de la constitución toráxica, aportando la máxima armonía.
Las prótesis de mamas empleadas (gel de silicona cohesivo y superficie rugosa) han demostrado en numerosos estudios internacionales su inocuidad, por lo que están aprobadas actualmente por las administraciones sanitarias europeas y americanas.